Siglo XIX
Tras el auge de Cartagena en el siglo XVIII, la ciudad se hundirá en una crisis en el XIX por las epidemias de paludismo, tuberculosis, cólera y fiebre amarilla, favorecidas por su conformación geográfica, especialmente por la presencia del Almarjal. Entre 1798 y 1841 la comarca sufrirá una etapa marcada por las enfermedades y la mortandad. A finales de la centuria se decidió desecar los pantanos del Almarjal, con el fin de erradicar las continuas epidemias que, a través de ellos, se colaban en la ciudad. (Rebelión cantonal en Cartagena) |
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La quiebra del Antiguo Régimen |
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Las guerras carlistas desarrolladas en el siglo XIX enfrentaron a los ejércitos carlistas contra los realistas, partidarios de Isabel II. Cartagena se mantuvo en calma. De esta época datan algunas construcciones en la ciudad como la Plaza de Toros, edificada sobre el Antiguo Anfiteatro Romano, y el Casino. En 1855 Cartagena recibía el título de ‘Excelencia’ por “ser el primer pueblo de España que dio la señal de guerra contra los franceses en 1808“. También datan de esta época las obras de fortificación del puerto, que lo convirtieron en el más fuerte del Mediterráneo y la inauguración del ferrocarril Cartagena-Albacete, así como la erección del Faro de Cabo de Palos. (Fachada del Palacio Aguirre de Cartagena) |
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Con el triunfo de la Revolución de 1868, la reina Isabel II salía de España y se constituía el Gobierno provisional, iniciándose el período del Sexenio Revolucionario (1868-1874). Con la elección en 1870 de Amadeo de Saboya como Rey de España, bajo el nombre de Amadeo I, el Arsenal de Cartagena se convertía en el escenario de la llegada del nuevo monarca a bordo de la fragata ‘Numancia’. Los años siguientes fueron muy agitados para Cartagena, puesto que en las fuertes intrigas políticas de la nación tuvo un fuerte peso específico la opción de la República Federal, por la que tanta afección mostraban los cartageneros. (Busto de Isaac Peral) |
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La rebelión cantonal Cartagena proclamó el Cantón el 12 de julio de 1873 y constituyó la Junta Revolucionaria en el Ayuntamiento. El principal cabecilla que ostentó el mando de las fuerzas fue Antonete Gálvez, militar progresista de origen humilde y gran líder del Cantón de Cartagena. El Cantón de Cartagena, bien pertrechado gracias a las armas del Arsenal y a la posesión de la Flota, llegó a acuñar moneda propia. A pesar de los terribles bombardeos y devastaciones a que fue sometida durante los seis meses que duró su aventura cantonal, Cartagena fue la última ciudad española en caer en poder de las tropas centralistas, firmando la capitulación el 12 de enero de 1874. Con la monarquía firmemente implantada en España en la figura de Alfonso XII, Cartagena todavía asistiría a una nueva intentona republicana con la sublevación del Castillo de San Julián, que se saldó con la muerte del gobernador de la plaza, Luis Fajardo, y el fracaso de la revolución. (Antonio Gálvez) |
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El auge minero y el Modernismo en Cartagena Ahora, los cartageneros volvían la mirada hacia sus minas de plata donde encontrar un buen filón que les reportase beneficios para la recuperación de la ciudad. Se planteó el saneamiento y la expansión de la ciudad, llevándose a cabo numerosas obras de embellecimiento y promoviéndose un nuevo y ambicioso trazado urbano: el Ensanche, que pretendía rebasar las murallas para construir una nueva ciudad de amplias avenidas y verdes parques. |
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Cartagena y su historia |