Edad Moderna de la Ciudad de Cartagena
Cartagena bajo Los Austrias Con Felipe III en el trono español, la fortaleza de la nación languideció, por lo que los piratas berberiscos merodearon continuamente por las costas españolas, realizando frecuentes incursiones. Las crónicas murcianas de la época recogen las escaramuzas del ‘morato Arráez’. Durante su reinado se decretó la expulsión de los moriscos, para cuyo cumplimiento entró en el puerto de Cartagena la Real Armada al mando de su capitán general, Luis Fajardo, para cargar en sus galeras a todos los moriscos de Murcia. Los reinados de Felipe IV (1621-1665) y de Carlos II (1665-1700), último soberano de la rama española de la Casa de Austria, transcurrieron en constantes guerras europeas y atlánticas. (Interior del Hospital Militar de Cartagena ) La integración de Cartagena en las principales rutas comerciales Cartagena: capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo La victoria de Felipe V supuso para Cartagena un mayor interés por el saneamiento de su puerto y por convertirla en un bastión militar y magnífica base naval de la naciente Marina imperial. Para llevar a cabo estos objetivos, la monarquía borbónica realizó una renovación de la Marina, estructurando la Península en tres grandes departamentos marítimos: Cádiz, Ferrol y Cartagena. En 1726 Cartagena se convierte en capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo y a partir de 1730 se comienza a construir el gran Arsenal. En el Censo del Marqués de la Ensenada y su Catastro de 1755 Cartagena aparece con un total de 28.467 personas, sin incluir los batallones y regimientos de la plaza, que por aquel entonces iban en aumento. Paulatinamente se fueron elevando en Cartagena todas las edificaciones militares programadas por el Plan de Ensenada. Hacia la segunda mitad del siglo XVIII se terminaron la nueva Casa del Rey y el Cuartel de Batallones, mientras continuaban las obras del Arsenal y se comenzaba el Hospital Militar de la Marina, concluido en 1762. (Fuerte Galeras) En el reinado de Carlos III (1759-1788) prosiguen la mayor parte de las obras del Plan Ensenada: el Cuartel de Presidiarios y el Parque de Artillería. También se edificaron los fuertes y los castillos realizados por el ingeniero Zermeño: Castillo de los Moros, Castillo de la Atalaya, Castillo de Galeras y Castillo de San Julián. En esta época se finaliza la Muralla de Carlos III, pieza fundamental en la defensa del Arsenal y de la plaza de Cartagena, de la que actualmente se conservan varios tramos comprendidos entre las desaparecidas Puertas del Muelle y San José y las defensas del Arsenal. El siglo XVIII marca definitivamente el espacio urbano de Cartagena y su Concejo se convierte en el epicentro de la vida local. Esta centuria marcó igualmente el poblamiento cartagenero, que avanzó en dos direcciones: una hacia el Campo y otra centrada en el núcleo urbano. Cartagena y su historia |